Eslovenia es un país que cuenta una historia verde. Miremos donde miremos, hacia los picos alpinos, bosques verdes, mar Adriático, el misterioso Karst, viñedos o las llanuras de Panonia, todo es verde. La verde naturaleza virgen nos anima a actuar con responsabilidad y a conservarla, Eslovenia es naturaleza viva, mientras recorríamos sus carreteras íbamos disfrutando de sus paisajes, nos dirigimos hacia la zona del lago Bohinj y la cascada Slap Savica. El Río Savica es el principal nutriente del lago Bohinj.

Las carreteras van subiendo atravesando un frondoso bosque, la carretera con curvas serpenteantes nos lleva hasta una explanada en el bosque que está habilitado como aparcamiento y un bar y unas cabañas que son tiendas de souvenirs y por supuesto abonar la entrada, los adultos 5€ y los niños 2’5€.

Aparcar la autocaravana nos costó 6€, seguimos las indicaciones y ascendimos por un sendero comienza la subida, en cuestión de 5 minutos, se llega a una pequeña cabaña situada junto a un poderoso torrente de agua que desciende bravo entre grandes bloques de piedra hay que caminar 1’5km que transcurren con una pendiente pronunciada y unos 500 escalones.

Pagamos las entradas, cruzamos el puente y a hacer piernas toca, desde aquí, se tarda más o menos media hora, hasta la base de la cascada. El camino de ascenso discurre en todo momento por un camino de cemento
es feo y artificial, no conjuga demasiado con el bello entorno natural, pero hay que admitir que está muy bien habilitado, alternando multitud de escalones con descansillos, y con barandilla de madera en muchos tramos, debido a la fuerte pendiente, hay bancos y mesas de madera en varios puntos del camino de subida, sorteando hayas y cientos de raíces, con los descansillos para descansar o hacer un picnic se hace llevadero, y el espectáculo final, merece la pena.

El camino desemboca en una especie de marquesina de madera, con espacio para sentarse, que ejerce de refugio y mirador de la cascada de Savica, tras subir 500 escalones, y bastantes caras largas de Alba y Evaristo Jr. por estar cansados ¡¡¡LLEGAMOS!!!. Podemos contemplar desde las alturas el bosque que acabamos de ascender.

La cascada Savica es uno de los más bonitos tesoros naturales de Eslovenia. Es un imponente salto de 51 metros de altura, que se desploma en dos fases o tramos de cascadas. Dicen que la cascada tiene la forma de la letra ‘A’. Entre las cascadas de Eslovenia, es sin duda la cascada más famosa, bonita y espectacular del país.

El estruendo del agua, es impresionante, vajamos por el sendero hasta la reja metálica que cierra el paso, la cortina de agua salpica hasta la verja mojándonos, la sensación de frescor es muy agradable después de tanta subida y calor. Es una pena que tras la caída principal, no se deje fluir de forma natural el curso de agua. El caudal está controlado mediante una pequeña presa artificial, que regula el aporte valle abajo hacia el lago Bohinj.

Como no pudimos disfrutar de bañarnos en la base de la cascada por estar cortado con la verja metálica nos fuimos a darnos un baño a las cristalinas y heladas aguas del lago Bohjin tirándonos desde un embarcadero.